El cerebro no se queda indiferentemente a los videojuegos. Los últimos estudios revelan un potencial de riesgo alto y también algunos beneficios.

Este post es un resumen de un artículo publicado en la revista Muy Interesante.

No cabe duda que el entretenimiento digital es la forma mas popular de evasión entre nuestra juventud. En nuestro país un 22% de la población, es decir, más de 10 millones personas se declara videojugadora. En EE.UU. el 99% de los niños y el 94% de las niñas juega a algún videojuego.

Son muchos los estudios científicos que han evaluado los efectos de los videojuegos en el cerebro y la conducta. 

Industria poderosa

La industria del videojuego mueve al año 53.000 millones de euros gracias a los 1.200 millones de usuarios en todo el mundo. Según las consultora Nielsen, los juegos más vendidos son Call of Duty, Battlefield y Grand Theft Auto. Todos de guerra o disparos. Fornite, por su parte acumulaba 350 millones de usuarios en mayo de 2020 según informa la web Statista.

La doctora Dominica Díez Marcel, psicóloga clínica, responsable la Unidad de Juego Patológico y otras Adicciones no Tóxicas de la División de Salud Mental de Fundación Althaia, afirma que casi el 30% de las consultas que recibe se deben a problemas con los videojuegos.

Explosión de neurotransmisores

Cuando jugamos a un juego de guerra o lucha debemos estar completamente en alerta, anticipando y detectando potenciales amenazas en fracciones de segundo. Para mantener la tensión el cerebro genera adrenalina, lo que nos prepara para el combate. La excitación generada además produce cortisol, la hormona del estrés que se dispara cuando estamos tratando de sobrevivir a un peligro, aunque sea virtual. Si ganamos entra en juego la dopamina, neurotrasmisor que fortalece la recompensa, si perdemos también, intentando buscar un mejor resultado. Vamos que estamos deseando echar otra partida. 

Se sabe desde hace tiempo que los desarrolladores de videojuegos contratan equipo de psicólogos para programar sus juegos y fortalecer ese comportamiento. En una hora de juego nuestro cerebro se encuentra altamente alterado, a veces irritable y confuso.

Efectos de los videojuegos en la conducta

La doctora Díez hace hincapié en que los efectos de jugar a estos juegos violentos pueden tener efectos en nuestra capacidad de empatía y rebajar la sensibilidad a la agresión, sobre todo en el cerebro de los adolescentes. Call of Duty, GTA y Battlefield son juegos sólo recomendados para mayores de 18 años por una buena razón. Fornite sin embargo es para mayores de 12, aunque es dudoso que los efectos descritos anteriormente sean muy diferentes, sin embargo son los preferidos de niños de edades muy inferiores.

Douglas Gentile, psicólogo de la Universidad de de Iowa afirma que “Si practicamos formas agresivas de pensar, sentir y reaccionar, es lo que mejor se nos dará´” La Universidad de Montreal por su parte, detectó que los jugadores de juegos de acción tiene efectos en el hipocampo, relacionado con la memoria y la gestión emocional.

Ya nadie duda de que los videojuego influyen no solo en la forma en la que funciona el cerebro, sino también en su estructura.

Adicción a los videojuegos

En Mayo de 2018 la nueva edición del manual psiquiátrico de la OMS (CIE-11) recoge como enfermedad la adicción a los videojuegos Internet Gaming Disorder (IGD). También aparece en el famoso decálogo de enfermedades mentales el DSM-5 desde 2013.

Pero antes de llegar a ese extremo nos encontramos con lo que los científicos llaman uso problemático. En España afecta nada menos que entre un 15 y un 40% de la población dependiendo del grado.

En España se dedican 18 horas semanales de media a jugar a la consola, que está presente en el 30% de los salones. Evidentemente los dispositivos móviles aumentan esa cifra muchísimo más. Los niños y niñas disponen de smartphones desde muy corta edad.

Otros efectos

Los adictos a la consola presentan una aptitud fuera de lo común para dirigir la atención objetivos y reconocer nueva información del entorno. Pero a su vez estos efectos estaban asociados al deficiente control de impulsos y otros trastornos. A esto podemos añadir que “cuando una persona tiene un problema de autoestima, si no se relaciona bien con sus iguales, puede encontrar en el videojuego el reconocimiento que no tiene en la vida real” afirma la doctora Díaz, “esto puede hacer que evite enfrentarse a su problema de habilidades sociales”.

Los jugadores y las jugadoras de juegos de acción presentan características especiales relacionadas con los juegos: Capacidad de cambiar de foco de atención, toma de decisiones más rápida sin sacrificar aciertos (Universidad de Ginebra). Mejoran la capacidad de encontrar objetos (Universidad de Columbia) y otras aptitudes cognitivas. A través de resonancia magnética se apreció una mejora en el cortex prefrontal, hipocampo y cerebelo relacionado con la capacidad visoespacial, la puntería o el pensamiento estratégico (Instituto Max Plack)

Sin embargo estos efectos aparentemente positivos viene asociados con una disminución de la inhibición, la atención sostenida y la toma de decisiones (Facultad Albert Einstein, Nueva York). Menos inhibición significa más agresión según el investigador Vicent Mathews, “aún no sabemos cuales serán los efectos en el mundo real”.

Recomendaciones 

No todo es negativo como vemos, se han desarrollado videojuegos para desarrollar habilidades especiales como por ejemplo para mejorar la destreza en cirugía (Centro Médico Universitario de Gronigen) sin embargo con niños y niñas y sobre todo adolescentes es recomendable seguir algunas pautas.

La doctora Díez recomienda “jugar solo si antes se han cumplido con las tareas obligatorias, no jugar nunca más de una hora al día, hacer un descanso entre una partida y otra. Nunca jugar antes de dormir, guardar los dispositivos electrónicos fuera de la habitación y compaginar los videojuegos con otras actividades al aire libre.”

No hay nada mejor para mejorar las funciones cognitivas que el ejercicio aeróbico, vamos que un buen paseo o jugar con amigos y amigas es mejor que el mejor videojuego.